LOS KILOS DE LOS DEPORTISTAS
El fútbol americano padece sobrepeso
# Un estudio publicado en 'JAMA' revela que más de la mitad de los jugadores de la NFL podrían considerarse obesos
# El peso es determinante en los deportes de lucha en los que hay que derribar al contrario
# Los atletas más delgados son los que practican deportes de fondo, como el maratón, y los gimnastas
Una cuestión de peso. Esta es la clave para ganar partidos o, al menos, es lo que piensan algunos entrenadores de la Liga de Fútbol Americano (NFL) que animan a sus jugadores a que suban kilos con la idea de que cuanto más grandes sean más intimidarán al rival. Por esta controvertida estrategia, muchos deportistas de la NFL pueden tener problemas de obesidad.
Hace ya algún tiempo que se ha extendido la creencia entre los aficionados e implicados en la NFL de que los 165 kilos de peso que alcanzan determinados jugadores, especialmente los que ocupan las posiciones defensivas, son una baza eficaz para atemorizar al equipo contrario. Sin embargo, esta situación de exceso de peso puede pasar factura a la salud de estos deportistas a largo plazo.
En la actualidad y según datos de un reciente estudio publicado en 'Journal of American Medical Association', el 56% de los jugadores de fútbol americano podrían considerarse obesos, según los estándares médicos. Así lo afirma la doctora Joyce Harp, endocrinóloga de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU) y autora del trabajo.
Después de analizar la constitución física de 2.168 jugadores de los 32 equipos de la NFL durante la temporada 2003-2004 y de calcular su índice de masa corporal (IMC) –el peso en kilogramos dividido por la altura en metros al cuadrado- Harp ha descubierto que casi un 97% de estos deportistas tienen un IMC mayor de 25, lo que según lo establecido por el Instituto Nacional de Salud estadounidense es un índice que se considera sobrepeso.
El IMC del 56% de los jugadores era más alto de 30, lo que significa principio de obesidad, y un 26% superaba el nivel de los 35 (obesidad). Ante estas cifras, Joyce Harp explica que "aunque sin medir otros factores no se puede asegurar con certeza cuántos de los jugadores padecen realmente obesidad es muy difícil que los niveles de IMC obtenidos se deban sólo a un aumento de masa muscular. Lo más probables es que tengan exceso de grasa".
En declaraciones a 'elmundo.es' esta experta afirma que "esta situación de sobrepeso puede causar a los atletas muchos problemas médicos, como diabetes, hipertensión, enfermedades de las arterias coronarias, apnea del sueño, altos niveles de colesterol e incluso ciertos tipos de cáncer, aunque parece que ni ellos ni sus entrenadores son conscientes de este riesgo futuro".
Una teoría que falla
A pesar de que cada vez son más los miembros de la NFL que señalan que los jugadores más grandes son mejores bloqueadores y más difíciles de derribar, lo cierto es que esta teoría no ha sido avalada por los resultados de la última temporada.
De hecho, el equipo Arizona Cardinals, cuyos jugadores tenían el IMC más elevado -32,2 de media- según los datos obtenidos en el estudio, ocupó el último puesto en el ranking de clasificación. Por tanto, parece que no existe relación entre el tamaño de los deportistas y su rendimiento en el campo.
"Los atletas más corpulentos son los que se encuentran en defensa, los que se tienen que enfrentar al otro equipo, mientras que los receptores y los que ocupan otras posiciones, que dependen más de la velocidad y la agilidad tienden a ser más delgados", indica la doctora Joyce Harp.
Además de las complicaciones de salud que el sobrepeso puede provocar en los jugadores, existen otros problemas relacionados con los kilos porque "¿cuál puede ser el impacto de un tipo de casi 200 kilos cuando colisiona con un atleta más pequeño?", se pregunta Harp.
La NFL se defiende
El trabajo que ha sacado a la luz la posible obesidad de los futbolistas americanos no ha sentado muy bien entre ese colectivo. Un portavoz de los jugadores, Carl Francis, se ha apresurado a comentar que la salud de los deportistas es algo que se discute de vez en cuando y aunque reconoce que es posible que algunos sean obesos "no se trata de un problema mayor".
Sobre el estudio, un portavoz de la NFL, Greg Aiello, ha indicado que no prueba que las cifras de obesidad en la Liga de Fútbol Americano sean peores y más preocupantes que las que se dan en la sociedad estadounidense en general, donde el 30% de los adultos son obesos.
Pero mientras dura la polémica, la realidad es que los aficionados a los partidos de la NFL ven en los estadios y pantallas de televisión a jugadores cada vez más grandes y corpulentos y éstos colaboran en campañas para evitar la obesidad en los niños y promover entre ellos hábitos saludables. Paradojas del fútbol.
